Los pequeños manjares que encontramos en las ferias de pueblos, tiendas locales y lugares turísticos que nos llenan de texturas y sabores muy mexicanos son los dulces típicos. Parte de la gastronomía de México y de sus platillos tradicionales son la infinidad de dulces que destacan en ciertas zonas del país y van más allá de los chocolates.
En México, los primeros dulces datan de la época prehispánica, cuando algunos pueblos indígenas utilizaban elementos naturales para endulzar comidas y bebidas. Estas comunidades utilizaban una espesa miel del agave, la cual fue sustituida con piloncillo (azúcar de caña sin refinar) después de la llegada de los españoles al continente americano. Es común agregar caramelo espeso o miel a una mezcla de semillas, lo que da como resultado deliciosos dulces como las populares alegrías. Con semillas de amaranto y miel, estas barras suaves también pueden incluir nueces, cacahuates, pasas y semillas de calabaza.
Este es nuestro top 5 de dulces típicos mexicanos, que querrá probar en su próximo viaje a México. Aunque es posible que ya haya probado algunos de ellos, refrescamos su memoria con esta exquisita lista.
Hecho a base de azúcar y leche, su textura de caramelo suave se mezcla con las nueces que complementan este dulce. Normalmente los hay de color café, pero también en color rosa o blanco; a primera vista ya resultan ser muy lindos. Este dulce es típico de los estados de Guanajuato, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua.
Muy parecida a la alegría, es una barra de diversos frutos secos y semillas, principalmente cacahuate, pepitas, nuez y pasas cubiertas por miel de piloncillo que le dan un textura muy crujiente. Son originarias de Coahuila, pero en todo el país se disfrutan por igual.
Su clásico sabor y textura se debe a su ingrediente principal, el coco. Se trata de una pequeña galleta de coco rayado, azúcar morena, jerez, leche y yemas de huevo que, al hornearse, se convierten en este suave dulce. Es producida en muchos países de Latinoamérica y Europa, y claro, cada uno le da su propia personalidad. ¿Las ha probado?
Estas coloridas obleas se distinguen por su crujiente orilla con caramelo y pepitas. Las encontramos en las típicas ferias en el centro del país y son el snack perfecto para pasear por el parque.
Con origen en la época colonial, las monjas de los conventos preparaban estos pequeños dulces con harina, leche y un poco de alguna bebida alcohólica para obsequiarlos a los benefactores de sus conventos a manera de agradecimiento. Su textura es muy suave y están espolvoreados de azúcar; además los hay de muchos sabores como piña, fresa, limón y rompope.
Las obleas mexicanas son un dulce que se elabora de manera sencilla pero deliciosa. Se preparan a partir de dos finas capas de oblea crujiente, hechas de harina y agua. Entre estas, se coloca un relleno dulce, como cajeta, chocolate, o una mezcla de frutas y nueces. El proceso implica cocinar las obleas en una prensa caliente, asegurando que queden delgadas y crujientes. Una vez rellenas y ensambladas, se dejan enfriar, y el resultado es un dulce ligero y sabroso.
Grand Velas Los Cabos ha ampliado su oferta de actividades para los más pequeños con la incorporación de un nuevo y emocionante taller de repostería y dulces tradicionales mexicanos. Esta experiencia, diseñada para combinar diversión y aprendizaje, brinda a los más jóvenes la oportunidad de sumergirse en la rica herencia culinaria de México mientras desarrollan sus habilidades en la cocina.
En un entorno lleno de color, los pequeños chefs se pondrán sus delantales y doblarán sus mangas, listos para participar en la creación de una variedad de dulces tradicionales mexicanos. Guiados por chefs expertos, los niños aprenderán a preparar delicias como obleas coloridas, crujientes palanquetas de cacahuate y caramelo, paletas de frutas frescas y cocadas. Cada una de estas recetas ha sido parte de la cultura mexicana durante generaciones y ahora están al alcance de los jóvenes huéspedes.
El taller ofrece una experiencia educativa que conecta a los niños con las tradiciones y la historia de México. A través de la elaboración de estos dulces, los pequeños no solo adquieren habilidades culinarias básicas, sino que también descubren las historias y el contexto que rodea a cada receta, comprendiendo cómo estos dulces han sido integrales en las celebraciones y la vida cotidiana en México.
Además de llevarse a casa una colección de recetas auténticas, los niños desarrollan una apreciación más profunda por la costumbres mexicanas, lo que enriquece aún más su experiencia en el resort, el cual se compromete a ofrecer a sus huéspedes experiencias que trascienden más allá de su estancia, proporcionando oportunidades significativas para el aprendizaje y la conexión cultural. Los pequeños se irán no solo con el recuerdo de haber participado en una actividad divertida, sino también con una nueva perspectiva y una sensación de logro.
La ampliación de las ofertas para niños, refleja un compromiso continuo con la creación de experiencias memorables que celebren la cultura, la tradición y la innovación. Este taller de repostería y dulces tradicionales mexicanos es solo una de las muchas maneras en que el resort continúa elevando el estándar de hospitalidad y entretenimiento para toda la familia.